viernes, 12 de octubre de 2012

Cortoplacismo.


      Hace muchos años, la gente siempre miraba a largo plazo, la gente compraba las cosas en relación al dinero que disponían. Pero ahora todo se hace pensando a corto plazo, al aquí y ahora, no en el qué vendrá después; a lo que denominamos Cortoplacismo

La vida se hace cada vez más compleja y ahora no es tan fácil mirar a largo plazo, antes si que tenían todo calculado. En los planes a corto plazo encontramos objetivos verdaderos pero estos pueden cambiar a no tan buenos.

     Nos hemos hecho tan egoístas y narcisistas que nos creemos que nuestros problemas son problemas reales, que nuestras necesidades son primordiales y no es así; hemos perdido la empatía por los demás.
Se ha producido ese cambio de valores tradicionales y la consecuencia del narcisismo es: “hago un esfuerzo y tengo la recompensa”. Y ahora: “quieres una cosa, cógela, ya haré el esfuerzo después”.

En el artículo encontramos un párrafo muy interesante:

"Para que eso sea posible, tenemos que cambiar nuestras preferencias. Debemos asumir la responsabilidad de nuestros propios excesos. Debemos enseñar a nuestros hijos a que no busquen la gratificación inmediata, a que trabajen duro aunque los resultados no se vean enseguida y a que empleen todas las herramientas a su alcance para comprender las numerosas complicaciones de un mundo lleno de incertidumbre."

       Toda esta reflexión debemos llevarlo a la práctica, a nuestro futuro como docentes. Hay que enseñarles que no pueden tenerlo todo, habrá que soportar miles de rabietas, de llantos porque querrán un juguete, o simplemente por llamar la atención pero no hay que darles lo que quieren, que vean que a veces hay que esperar para tener algo.

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